Ámsterdam es una ciudad que desborda historia y encanto en cada esquina, pero pocos lugares ofrecen un refugio tan tranquilo y lleno de misterio como el Begijnhof. Con su entrada discreta y su atmósfera de paz, este noviciado es un destino esencial para cualquier visitante que desee conocer la ciudad más allá de sus canales y museos.
La Historia del Begijnhof
El Begijnhof es uno de los patios más antiguos de Ámsterdam. Establecido en la Edad Media, fue el hogar de una comunidad de beguinas, mujeres que vivían una vida religiosa sin hacerse monjas. Este grupo de mujeres dedicaba su vida al servicio y la oración, manteniendo cierta independencia que no era común en su tiempo.
Un Recorrido por el Patrimonio Arquitectónico
Al caminar por el Begijnhof, te encontrarás con una serie de casas que datan del siglo XV. Entre ellas, destaca la Houten Huys, uno de los edificios de madera más antiguos de la ciudad, y la Iglesia Inglesa, que ha sido punto clave para la comunidad anglicana desde hace siglos. Cada esquina y fachada nos cuenta una parte de la rica historia del lugar.
Experiencia de Serenidad y Cultura
Este oasis urbano ofrece una oportunidad única para desconectar del bullicio de la ciudad. Sus residentes actuales son principalmente mujeres solteras que continúan el legado de tranquilidad y devoción. Los visitantes son bienvenidos a admirar los jardines perfectamente cuidados y a descubrir la capilla católica oculta, un testimonio de la religión clandestina que alguna vez fue practicada aquí.