Conocida como la Venecia del Norte, la ciudad de Brujas en Bélgica es un destino que despierta el ensueño de todo viajero. Sus calles empedradas, canales pintorescos y una arquitectura impresionante hacen de Brujas un lugar que parece sacado de un cuento de hadas. En este artículo, te llevaremos a un recorrido detallado por este casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y te daremos consejos para disfrutar de cada rincón de la ciudad con la comodidad de unas zapatillas bien ajustadas.
Explorando el Centro Histórico
El centro histórico de Brujas es un mosaico de estructuras medievales y edificios góticos. Comienza tu visita en la Plaza Mayor o "Grote Markt", donde podrás admirar el campanario Belfort de 83 metros de altura. Subir sus 366 escalones es toda una proeza, pero la vista panorámica que ofrece vale cada gota de sudor.
El Paseo por los Canales
Ninguna visita a Brujas estaría completa sin un tranquilo paseo por sus canales. Embárcate en uno de los pequeños botes que recorren estas vías acuáticas y experimenta la ciudad desde una perspectiva única. El suave vaivén del agua y las vistas de las encantadoras casas que bordean los canales son el momento perfecto para calzar tus zapatillas y dejarte llevar por la serenidad del lugar.
Delicias Culinarias en Brujas
La gastronomía en Brujas es otro de sus atractivos irresistibles. Desde los famosos chocolates belgas hasta sus cervezas artesanales, la ciudad ofrece un sinfín de delicias que satisfarán a los paladares más exigentes. No olvides probar las "moules-frites" o mejillones con patatas fritas, un plato tradicional que podrás disfrutar en numerosos restaurantes del casco antiguo.