Shirakawa-go y Ainokura, pueblos de una postal japonesa
Si visitas Takayama y la zona de los Alpes japoneses probablemente tendrás en mente visitar algunos pueblos declarados Patrimonio de la Humanidad por sus casas de estilo tradicional. En nuestra ruta visitamos Shirakawa-go y Ainokura.
Ainokura, una pintoresca aldea de estilo gassho
La primera parada en los Alpes japoneses puede ser Ainokura, una pequeña aldea situada en la región de Gokayama formada por unas 20 casas de estilo gassho-zukuri. La mayoría son residencias privadas de los granjeros que trabajan la tierra, aunque algunas de las casas son hostales para quien quiera a pasar la noche en Ainokura. La aldea es pequeña, tranquila, pintoresca. Un niño correteaba con un cazamariposas, una mujer trabajaba en el campo mientras comentaba la jugada con un grupo de turistas japoneses, otra mujer tendía la colada… Hay poco que hacer en Ainokura a parte de relajarte y dejar que la vida transcurra a su ritmo establecido, sin prisas, sin grandes proyectos.
En 2005, Ainokura fue inscrita en el listado de Patrimonio de la Humanidad y aunque recibe un goteo de turistas diario, al estar situada en un entorno más remoto que otras aldeas del estilo, Ainokura recibe menos turistas y, por lo tanto, permite que la visita sea más tranquila, auténtica y agradable. Si la visitas a primera hora de la mañana apenas encontrarás turistas.
En Ainoukura, gracias también a su situación un tanto remota, se han conservado antiguas tradiciones hasta la actualidad. Aquí, por ejemplo, se conserva todavía el instrumento sasara, hecho con más de cien piezas de madera, y el papel washi, que puedes hacer en un taller de la zona. La mayor parte de las casas de Ainokura tienen entre 100 y 200 años de antigüedad. La más antigua se calcula que tiene alrededor de 400 años.
Arquitectura gassho-zukuri, de las manos en rezo
Las casas de la zona de Hida y Gokayama tienen un estilo arquitectónico muy particular, llamado gassho-zukuri, con tejados inclinados unos 60 grados que forman un triángulo casi equilátero. Una fuerte inclinación ayuda a que parte de la nieve que cae en invierno resbale. Los tejados de las casas gassho-zukuri están hechos con paja y ramas, no tienen un solo clavo y deben ser reparados cada 15 o 20 años. Se dice que es de vital importancia que las obras de restauración terminen en un mismo día ya que las temperaturas de noche, en la zona, son fías y el clima es cambiante. Por ello, toda la comunidad participa y ayuda en el trabajo, creando un fuerte sentimiento de comunidad.
La arquitectura gassho-zukuri significa con manos en rezo, ya que su forma recuerda a la posición de las manos al rezar, y está diseñada para sobrellevar las condiciones climatológicas de la zona. Todo debe adaptarse a los crudos inviernos en la montaña, desde la inclinación del tejado, hasta el revestimiento de las paredes, el fuego con que se cocina y calienta el hogar o la falta de chimenea que hace que el humo atraviese las cañas del tejado, evitando plagas de insectos y putrefacción.
Shirakawa-go, un viaje en el tiempo
Después de visitar Ainokura, el camino puede seguir para visitar la más más turística localidad de Shirakawa-go. Esta aldea, también inscrita en el listado de Patrimonio de la Humanidad en 1995, cuenta con un museo al aire libre donde podrás ver una selección de casas de estilo gassho-zukuri, que fueron trasladadas desde otras partes de Japón y reconstruidas aquí. La mayor parte de las casas del museo Gassho-zukuri Minka-en están abiertas al público y en ellas podrás ver cómo eran las antiguas viviendas de la zona y los talleres de artesanía, como se cocinaba en sus hogares y echar un vistazo a alguno de los áticos de madera.
Todo el entorno del museo está cuidado hasta el último detalle. En primavera y verano, salpicado de flores, con pequeñas cataratas, caminos de tierra bien señalizados… Si tienes la suerte de encontrarte pocos turistas (nosotros la tuvimos) puedes imaginar por unos instantes que has viajado en el tiempo… Pero Shirakawa-go no es Patrimonio de la Humanidad por su museo sin por la aldea que se alza al otro lado del río. En ella viven todavía unos 600 japoneses, afincados en casas de estilo gassho-zukuri.
Merece la pena tomarse el tiempo de dar una vuelta por el pintoresco pueblo de Shirakawa-go, donde se conservan unas 110 casas de estilo tradicional. Hay muchas tiendas de recuerdos, varias casas reconvertidas en alojamientos turísticos y, para qué negarlo, una buena cantidad de turistas paseando por sus calles, comprando y saboreando productos locales. Aquí tuvimos la suerte de ver como le cambiaban el tejado a una de estas casas.
Además, si quieres tener una vista panorámica de todo el valle puedes acercarte al mirador de Shiroyama Tenodai, hay un camino que conduce hasta él y que parte del extremo izquierdo del pueblo, si lo miras desde la zona de aparcamiento en la entrada. Si haces un tour guiado por la zona, es probable que te paren en él y además, parece que existe un autobús desde la entrada de Shirakawa hasta el mirador.
Otra curiosidad es que en estas aldeas la producción de sake es importante. Normalmente se hacen fiestas en su honor y además se prepara una variedad llamada doburoku, elaborada con arroz al vapor, koji, agua y levadura que se caracteriza por tener un color blanquecino.
Cómo ir a Shirakawa-go y Ainokura
Nohi Bus Company ofrece un servicio de autobús entre Shirakawa-go y Takayama varias veces al día. También hay un bus con guía turístico que sale de Takayama (de la misma estación de autobuses) con guía en inglés (ten en cuenta que hay que reservar el guía ya que de otra forma solo tienen guía en japonés). Ambas opciones son bastante caras pero si no has alquilado un coche, será tu única opción para llegar a la zona.
Hay que evitar los fines de semana y festivos, cuando los autobuses llenos de turistas que llegan de forma incansable a estas aldeas e inundan el lugar en un sinfín de flashes y poses para la posteridad…
Desde Takayama, puedes preguntar en la oficina de información turística si existen autobuses a Ainokura, nosotros llegamos gracias a una excursión organizada.
Adoro Japón y me alegro que haya post como este que hablen de lugares que no sean Tokio. :)
La verdad que Japón me fascinó y todavía tengo varios artículos pendientes de otros lugares que visité!!! :-))
Precioso, es como una aldea hobbit!! Japón es desde luego una asignatura pendiente!
Siiii, es un poco como estar en un cuento de hadas, para quedarse una buena temporada alejada del mundo real! ;-)
Muy buenas fotos y web!!!
Muchas gracias Pedro!!! Me alegra que te guste! :))
Joooo yo también quiero ir a Japón! Siempre digo que es la forma más barata y rápida de visitar otro planeta… :)
Totalmente de acuerdo Anibal!!! La verdad que Japón es de lo más “ratito” que he visitado y me encantó… la verdad que merece mucho mucho la pena! :))
Confieso que Japón es mi gran asignatura pendiente, a ver si ahora que parece que los vuelos están a precios razonables me decido a ir. La verdad es que no había leído ni oído nada de estas dos aldeas y se ven realmente preciosas. Ay, que ya veo que voy a necesitar mucho tiempo para conocer el país del sol naciente!
Hola Sandra,
Merece mucho la pena si encuentras un vuelo barato no pensarlo mucho y reservar!! A mi me encantó. Todo. Pero estas aldeas y sus alrededores están, sin duda, entre mis destinos favoritos. Si puedes, no te las pierdas!!! :)
Un saludo,
Sonia.
Desde luego que los pueblos son de postal, pero las fotos son espectaculares. Me encantan las cocinas en el suelo, lastima que no queden ya en muchos sitios.
Gracias por el comentario Gema!!! No lo hice, pero me hubiera encantado quedarme a dormir un par de días en una de esas casas tradicionales con pensión completa. Con lo rica que es la gastronomía en la zona, la cocina casera tiene que ser increíble… :))
Un saludo,
Sonia.